La historia comienza en una ciudad pseudo-futurista con un opresivo estado policial. Una plaga venida del espacio ha acabado con perros y gatos y los simios han sido domesticados para ocupar su lugar, siendo además adiestrados en un centro de entrenamiento para ejercer de esclavos. Armando ha estado criando en secreto a Caesar, el hijo de Zira y Cornelius y lo lleva a la ciudad como un simio mas, pero al presenciar la brutalidad de los humanos hacia su especie, este estalla en público y se deja en evidencia, con lo que se ve obligado a huir y ocultarse por su seguridad. Al perder a Armando y darse cuenta de que la única forma de ser libres es consiguiendo el poder, Caesar comienza los preparativos para liderar una rebelión, junto a todos los simios esclavizados.
La trama nos va a ir mostrando poco a poco la evolución de Caesar al pasar de inocente, amistoso y pacífico chimpancé a esclavo, de esclavo a conspirador y de conspirador a implacable líder de la revolución contra el hombre. A su vez, se nos muestra al hombre como un ser vil, despreciable e inhumano, que adiestra a los simios a base de porrazos, descargas eléctricas e incluso lanzallamas, sin ningún tipo de miramento.
Como siempre, la película muestra de forma magistral y siempre disimulado con la excusa de la ciencia ficción, una crítica mordaz a un tema de actualidad, en este caso del racismo del hombre hacia cualquier especie que sea diferente, a la cual debe dominar para demostrar su superioridad. Sin duda, la revuelta está basada en los disturbios raciales de la época, con lo que el hombre negro pudo verse identificado con lo que aquí acontecía, hasta el punto de verse personificado en el personaje de McDonald, el cual desciende de esclavos y quien se solidariza con los esclavos simios e intenta poner algo de cordura entre ambos bandos.
Como también hemos estado viendo hasta ahora, cada nueva secuela ha introducido un nuevo despropósito argumental que ha echado por tierra todo lo que hemos conocido hasta el momento y esta cuarta parte se enorgullece de poseer uno de los mas aberrantes. Si bien la idea es buena y en cierto modo, absolutamente fiel a la historia sobre los orígenes relatada por Cornelius, hay un tsunami de diarrea que arrasa por completo esa idea, que no es sino la absoluta carencia de desarrollo en la evolución de los simios. En la anterior película nos contaron como tras morir perros y gatos, los humanos adoptaron a los simios, quienes en el transcurso de DOSCIENTOS años, fueron evolucionando cada vez mas, hasta el punto de ser capaces de desarrollar ciertas tareas, las cuales estuvieron realizando sin rechistar durante CIEN años mas, hasta que hubo una revuelta. Efectivamente eso es lo que ocurre en la película que nos ocupa, con la diferencia de que todo esto ocurre ¡¡¡EN MENOS DE OCHO AÑOS!!! Prácticamente de la noche a la mañana, los simios pasan de ser simples monos que se tambalean por los árboles a ser una super población de seres de aspecto humanoide y dotados de una inteligencia superior, vilmente utilizada por el ser humano en su provecho. La primera escena que vemos al comenzar la película haría tener pesadillas al mismísimo Darwin. Como he dicho, no hay desarrollo alguno; pasamos de la A a la Z, sin pasar antes por B,C,D,E.......Por otra parte, cada ser humano del planeta, era conocedor de tal historia. Todos sabían que iban a acabar esclavizando a los simios y estos se iban a revelar y acabar adueñándose del planeta ¿Como pueden ser tan estúpidos de caer en tan tremendo error, estando avisados por su propio futuro de que les costaría caro? Definitivamente, no hay por donde cogerlo. También tenemos otros errores no argumentales, como el que los simios tengan pies humanos, a diferencia de las anteriores películas, donde si tenían pies de simio, o que la foto que muestran a Armando sobre Cornelius, sea una del propio Caesar, donde lleva la chupa de cuero del principio.
En la parte de las actuaciones existe un tremendo contraste entre la sublime interpretación de Roddy McDowall y las horripilantes actuaciones de los extras, con movimientos antinaturales y forzados, que son de todo menos creíbles y otorgan a ciertas escenas un tono bastante ridículo.
En resumidas cuentas tenemos una película que la primera vez que vi, me costó mucho salir del shock causado por ver tanto makako humanizado sin explicación alguna, llegándola a considerar una broma de mal gusto, tremendamente ridícula, que jamás debió existir. Pero con el tiempo y 47 visionados, he aprendido a valorarla, no por su realización, sino por todo lo que representa y por el mensaje que transmite. La evolución del personaje de Caesar me parece fascinante, con varias escenas memorables, como el momento en que estalla de rabia y pierde la fe en el hombre, o los tremendos discursos finales. Al final acaba siendo hasta interesante, solo por poder ver como se empieza a forjar la civilización de los simios y toda la espectacular batalla final.
Como curiosidad tenemos que el decorado empleado para los túneles de la ciudad, son los mismos que aparecían en la ciudad hundida de la segunda película, reutilizados para la ocasión. También contamos por tercera vez consecutiva, con la presencia de Natalie Thundy interpretando a un integrante de una raza distinta, en esta ocasión una mujer simio.
Existe una versión alternativa de esta película, que fue proyectada en el preestreno, donde se mostraba una violencia y brutalidad sin precedentes en la saga, que hizo que muchos padres se llevaran a sus hijos de la proyección. En esta se nos muestra un mensaje completamente diferente, con los simios dando rienda suelta a su odio, en un final cerrado que encaja perfectamente con lo visto en la película original. No obstante, por miedo a perder al público familiar, la película fue censurada, cortada y editada, para ser menos violenta e incluso añadieron un nuevo discurso, superpuesto en el material original, donde Caesar se muestra mas magnánimo y esperanzador, por lo que parece ser que las cosas van a cambiar, o dicho de otra manera: Que veríamos una quinta película. Esta versión alternativa puede verse en la edición en Blurai.
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